He tomado del INE (http://www.ine.es) datos de las defunciones por edad de los años que aparecen en el gráfico. La mortalidad aumenta puesto que la población envejece. Puede verse que cada 17 años, la cúspide de la gráfica ha abanzado un lustro y que la curva se va haciendo cada vez más estrecha, es decir, se reduce la dispersión de la edad de la muerte.
También, en 1980 los que morian con 95 años o más solo eran el 7'9% de los que lo hacían en el lustro de máxima mortalidad (75-79 años), en 1997 ya eran el 18'5% y en 2015 representaron el 32'2%. De hecho, desde 1980 la probabilidad de vivir 95 años o más se ha multiplicado por 6 aproximadamente (del 1'3% al 6'7%).
Nótese, como en 2015 la curva cambia de signo, algo conocido como punto de inflexión. Este momento avanza de alrededor de los 60 años al lustro de los 75-79 años. Matemáticamente ese es el punto en que una función pasa de ser convexa a cóncava, dicho de una forma más romántica es el momento en que se deja definitivamente el valle de la juventud para adentrarse en las montañas de la senectud.
Y es que la vejez ya no es como antes y eso que antes era todo más natural (como la lepra y las sanguijuelas).
1 comentario:
HOLA, TE LEO SIEMPRE.
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