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Hay una vieja fantasía que, franqueinstinianamente, sueña con sintetizar los lenguajes naturales por medio de capturarlos en un sistema de reglas y axiomas.
La lógica preposicional, puede que sea uno de los sistemas formales más conocidos, donde a partir de unas premisas y aplicando una regla, como el modus ponen, tipo:
Si A, entonces B.
A.
Por lo tanto B.
(modus ponen)
(modus ponen)
Podemos decir, aquello de: si llueve me mojo. Llueve. Por lo tanto me mojo.
Yendo un poco más lejos, Dougas Hofstadter, en su libro Gödel, Escher y Bach, nos presenta de forma pedagógica un pequeño sistema formal. Se trata del sistema MIU. Éste se compone de tres letras: M,U e I. Y nos da cuatro reglas, que podemos llamar de inferencia o de producción. Son las siguientes.
Regla 1: Si se tiene una cadena (sucesión de letras) cuya última letra sea I, se puede añadir una U final
Regla 2: Supongamos que tenemos Mx, entonces puede producirse Mxx (donde x es cualquier cadena)
Regla3: Si en cualquier cadena aparece la sucesión III puede sustituirse por U.
Regla 4: Si aparece la secuencia UU en una cadena, puede eliminarse.
Entonces nos da el axioma o premisa MI, y nos pide que derivemos MU. Es decir, que a partir de esas dos letras, aplicando las anteriores reglas consigamos producir MU. Eso es un sistema formal, así de sencillo.
Justo para escribir este post he intentado obtener MU, y me he llevado una embarazosa sorpresa. Primero he pensado... ¡Dios mío, se me están secando los sesos! Pero después, me ha dado la impresión que, pese a lo aparentemente sencillo, podía ser un problema irresoluble. Por fortuna, mi holgazanería y mi tontedad tienen a la Wikipedia por hada madrina, y en ésta se recoge la solución, concretamente la demostración de la “no solución” del juego de Hofstadter
Los anteriores son ejemplos, como les decía, de sistemas formales. Pero hay algo en los lenguajes naturales que hace que sean difíciles de capturar. En ocasiones se ha comparado el lenguaje con un juego probabilístico o con el curso de un riachuelo en un terreno accidentado, mas que con una colección de engranajes regidos por un orden preciso.
Después de este preámbulo creo que estamos preparados para entrar en el asunto de verdadero interés. En un libro de la editorial MIR, titulado "Lo demostrable e indemostrable" de Yu. I. Manin, se presenta un sistema poético basado en reglas. ¿una poesía formal? Resulta extraño. Veamos.
Los elementos clave de la antigua poesía de los escaldos, poetas-guerreros vikingos, era la utilización de la aliteración (particularmente uso algo que se le parece al intentar introducir un ritmo en escritos de corte pseudolírico. En este ejemplo tenemos muchas repeticiones como; “Sin tu” “Sin ti”, “Sin ti”, “y”, “y”, “con tu”, “con tus”, que crean una suerte de cansina salmodia) y de los kennings. El kenning es una expresión que puede sustituir una palabra.
En el libro nos da algunos ejemplos:
- “Ventisca de lanzas” kenning de “batalla”
- “Árbol de batalla” kenning de “guerra”
- “Arbusto del casco” kenning de ”hombre”
- “Lanzador de espada” Ídem
- “Donador de oro” Ídem
- “Mar del carro” kenning de “tierra”
- “Fuego de guerra” kenning de “oro”
- “Cielo de arena” kenning de “mar”
- “Campo de la foca” ídem
Estos ejemplos serian kennings simples, que cumplirían funciones de axiomas (solo los grandes poetas podrían crear kennings simples). Serian como el MI que nos proporcionaba Hostatadter en su juego del Sistema MIU. Y a partir de ello se podrían producir otros más complicados.
Y Yu. I. Manin, nos indica una única regla de producción que sería la siguiente:
Para producir un kenning nuevo, cualquier palabra en un kenning dado, puede ser sustituida por su kenning.
A partir de esta frase:
“Guerra* en la tierra* del hombre*” y aplicando sucesivamente la regla, podemos obtener los siguientes kennings (señalo con un * las palabras que serán sustituidas por su kenning).
“Árbol de batalla* en el mar* del carro del donador de oro*”
“Árbol de ventisca de lanzas en el cielo de arena del carro del donador de fuego de guerra*”.
“Árbol de ventisca de lanzas en el cielo de arena del carro del donador de fuego de árbol de batalla*”.
“Árbol de ventisca de lanzas en el cielo de arena del carro del donador de fuego del árbol de ventisca de lanzas”.
El autor del libro mencionado considera que es un error entender estas fórmulas poéticas vikingas como metáforas. Él las presenta como un raro sistema poético en que las reglas de producción son capitales. Aunque también señala que se dice que algunos kennings, podían no ser más ricos en contenido que el pronombre “él”, por ejemplo.
Bueno, después de todo, ya me cuadra en mi imaginario. Puedo visualizar a poetas vikingos, borrachos de hidromiel y recitando poesía igual que hacían sus barcos: combinando piezas preconstruidas para producir algo hueco.
Hofstadter. D.R (2010) Gödel, Escher, Bach. 3ª Ed. Barcelona: Tusquets
Manin. I. Yu. (1981). Lo demostrable e indemostrable. Moscú: Editorial MIR
Extras.
Aquí: Artículo sobre Borges y los kennings que no he tenido tiempo de leer, la verdad (creo que Manin no estaría de acuerdo en que se presenten como metáforas).
2 comentarios:
Tus escritos* despiertan la mente* del lector*.
Tus palabras de tinta despiertan la conciencia del alma del devorador de ideas.
Gracias :-D
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