No se explican las
técnicas pero se ejemplifican Situaciones ficticias para un niño de entre 2 años y medio y 3 años.
El autor no se hace
responsable de la aplicación de estas técnicas ni recomienda su uso.
Distracción
Posible ejemplo.
El niño no para de gritar
y llorar por la causa X y es difícil negociar con él pese a que empieza a
mostrar interés en la oferta actual.
Se le indican acciones
físicas, sencillas de ejecutar:
-Ponte ahí. (señalando
unos pasos más detrás de su posición)
Lo realiza.
-Toca la pared.
Lo realiza y empieza a
calmarse.
-Toca el sillón.
Lo realiza y ya está
suficientemente calmado para atender.
Liberación de la pulsión
Posible ejemplo.
El niño llora
desconsolado porque quiere un regalo.
-¿Quieres un regalo?
-Ti, ti, quero un regalo.
-Mira; ese objeto de
regalo para ti (lo que sea que se elija).
El niño lo coge.
-Ahora vamos a dejarlo
donde estaba, ¿vale?
-Vale.
Y el niño pasa a otra
actividad
Posible ejemplo.
El niño tiene que ir a
comer con la familia pero quiere dibujar.
-Tero dibujar (llorando.
berrinche)
Se le facilita un papel y
un bolígrafo.
-Haz una línea.
La dibuja.
-Ya has dibujado, ahora a
comer.
Obedece sin rechistar.
Contradicción
Posible ejemplo.
Se le ha dicho al niño
que ha de tomar sopa, a lo que tras una pequeña escalada le lleva a una
situación desconsolada gritando:
-Yo no tero sopa.
Se le calma preguntándole
-¿No quieres sopa?
-no, no.
-Pues entonces tomarás
soropa.
-No tero soropa.
Se le insiste en que ha
de tomar soropa.
El motivo de su berrinche
pasa a ser que no quiere soropa.
-¿Quieres sopa?
-¡¡Quero sopa!!
-Pero tienes que tomar
soropa.
-Soropa nooo.
-Bueno, si te portas bien
podrás tomar sopa.
-Si, si, yo tero sopa.
Come la sopa sin problemas.
Absurdo
Posible ejemplo.
La familia está pasando
unos días en casa de los abuelos, en el campo, el niño entra en un berrinche
porque quiere irse a su casa.
-Vale, pues vamos a casa.
Nos vamos andando (la familia vive a 90 km, y ya es de noche).
El niño se calma.
Se le pone un abrigo y un
progenitor, abre la puerta para irse. Sorprendido mira a fuera y exclama. Oh!
Que de noche es. Que frio. Pero vamos.
- ¿En choche (coche) no?
-No, el coche no va. Pero
mañana irá.
El niño mira al exterior
dudoso.
-¡Vámonos fulanito!
-No, no tero… (Dudando).
-¿Nos vamos mañana con el
coche?
-Si, si…
Acepta quedarse sin más quejas.
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