Eso decía el Nexus 6 y deseaba ese título. Pero no hay tiempo que perder, los museos le presentan,
condensadamente, el tema del que tratan. Después de visitarlos, les selecciono
una pieza de cada uno de los tres más interesantes museos de Londres (según mis
gustos, aficiones y vicios). Estas piezas no son representativas en absoluto,
es más, realmente, no tienen importancia comparadas con las joyas de cada
museo. Pero, creo que caracterizan la esencia de cada uno.
British Museum
Atravesando el gigantesco hall y después de cruzar una
exposición sobre herramientas de pueblos americanos y esquimales, unas escaleras
le llevarán a la sala de China e India. A la izquierda encontrará multitud de
estatuas y vitrinas. Tras un cristal, me topé con un extraño ídolo que me dijo que
lo más importante del museo, no era la piedra de Roseta, ni las momias, ni las
máscaras aztecas, ni todas las toneladas de roca griega que descansaban por
allí. Que todos los extraños tesoros, de antiguos tiempos y de lejanas regiones
se resumían en una pieza extraña y desconocida como era él. En aquella sala me
pasó algo extraño. Me desvanecí, y lo siguiente que recuerdo es cómo los
vigilantes me sacaban apresuradamente de la sala. Tenía cortes de cristales en
las manos y en la cara. Se ve que han retirado la estatuilla, no era la primera
vez que un turista había sido víctima
del ídolo.
Natural History Museum
Hay una sala del museo en que todos son inmensos; el
esqueleto de dinosaurio, la rodaja de secoya, pero el más gigante: Darwin.
Science Museum
En la segunda planta hay una sección sobre la historia de la computación
(frente a otra de la historia de las matemáticas). Hay muchas máquinas
precursoras de las computadoras, también, antiguas computadoras del
tamaño de una habitación. Pero hay una computadora especial: el cerebro de
Babbage que diseñó una máquina de computar programable (Ada Lovelace creó el
primer programa de la historia para la Máquina Analítica de Babbage).
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