Entrada 474.

En un experimento se necesita un grupo control para determinar si una variable es dependiente de otra.

Y después, ha de aplicarse también un contraste estadístico para asegurarse que esa diferencia no se debe al azar.

Les recomiendo la lectura de este artículo de divulgación estadística, en la que se muestra su importancia, así como se denuncia la de los métodos que hacen espurias muchísimas conclusiones que aceptamos como válidas.

http://www.investigacionyciencia.es/articulos.asp?prod=696&art=7&listaDeBusqueda=

También en la metodología observacional, verificar si la medición que realizamos es producto del azar o no, es de capital importancia.

*******************************

Un caso que se está convirtiendo en tema de discusión en bares y peluquerías, y que sorprendentemente está desplazando las discusiones sobre la mejor alineación en un hipotético equipo formado por jugadores del Madrid y del Barça, es el de asignar rangos jerárquicos de dominica en primates a partir de matrices de interacción.

Esto es algo problemático puesto que puede encontrarse una jerarquía de dominación lineal en grupos pequeños por mero azar. Algunas de las posturas más acaloradamente discutidas, para sortear ese problema, por muchas señoras mientras esperan a que su permanente solidifique, van desde solo realizar una ordenación sin otra pretensión a buscar al convergencia entre diferentes variables para así aumentar al confianza en la existencia de una alineación jerárquica. La Hola, la Lecturas y la Pronto, se han visto desplazadas por revistas como la Animal Behaviour, Journal of Quantitative Anthropology, Biométrics o Journal of mathematical psychology.

Los regentes de los establecimientos están desesperados. Aquí dos ejemplos:

Manolo el dueño del bar Deporte, comenta.

“Es desesperante, el día que el Paquito llegó con aquel tomo de “Articial Ethology” de Holland y McFarland, que defiende el uso de robots en vez de simulaciones informáticas por su mayor cercanía con la realidad, fue mi el preámbulo de mi declive económico. 
Querían llegar a una solución y como no les pague a los parroquianos la compra de los 6 robot importados de Japón (insistían obstinadamente en que debían ser más de cinco, no sé porqué). Se dedicaron a discutir si podían simularlo ellos mismos. Llegaron a la conclusión que para que realmente pudiera considerarse mínimamente una simulación, debían crear un modelo controlado más simple que la realidad, y así empezaron a pelearse completamente borrachos.

Me tienen el bar destrozado… ¡no queda ni un mueble sano! Prefería cuando solo me pedían el As el Marca y una tele de 50 pulgadas para ver los partidos. Maldita sea mil veces la divulgación científica“

Elvira, de la peluquería Elvira y Gervasia, se lamenta.

“¡Es la ruina! Ya no se tintan el pelo, y prefieren un toque ligeramente desaliñado de pensadoras ensimismadas. Termino en 10 minutos. ¿¡Qué les voy a cobrar!? Encima, esas revistas que me piden… ¿saben lo que cuestan las suscripciones? ¿Y los artículos sueltos? El representante de la Nature (que también me trae la laca) me dijo que como era un comercio debía pagar como una institución; ¡400 dólares anuales! A los de la Science ni los llame…

¡Ay! Señor con lo que ganaba yo con las extensiones y los colores… y lo baratitas que eran la pronto y la Lecturas (y eran de papel couche y a todo color no como estas otras… no sé qué les verán…)”