viernes, 20 de julio de 2012

El perro de Tupper


Mi abuelo tenía un perro que se llamaba Como tu. 
-¿Julio-Ernesto?
-No; Como tu. 
-Em... yo me llamo Julio-Ernesto... 

Pues, de forma parecida, aquí tienen la fórmula autoreferencial de Tupper con la gráfica que produce. 






¿y dónde está la gráfica? -dijo Julio-Ernesto-.



Una explicación sobre la fórmula de Tupper (inglés)
http://shreevatsa.wordpress.com/2011/04/12/how-does-tuppers-self-referential-formula-work/

miércoles, 18 de julio de 2012

Máximos y mínimos

Una función "es" como cambia una variable en función de otra. Por ejemplo, cómo sube el nivel de agua de un barreño según las vueltas que le hayamos dado a la rosca de un grifo (de los de antes). 
Bien, algunas funciones crecen y decrecen (como la inspiración), otras decrecen (como el área de bikinis –todo el mundo sabe que con el calentamiento global desciende la superficie de esas islas, no piensen mal-) y otras crecen (como la prima de un tal Riesgo). La derivada de una función vendría a ser el valor de la inclinación de una recta tangente que pasara por un punto de esa función. La gracia está en que, la inclinación de una curva plana es 0, entonces gracias a calcular cuando la derivada de una función vale 0, podemos saber cuales son sus máximos y mínimos. 

Tarrrrrrra-tan-taaaan (es un tambor), ¡atención! Ejemplo: 

En la siguiente imagen tienen una función. 

Y en esta la derivada de la anterior función, plasmada como una función a su vez.

 La cuestión es que como pueden ver, cuando el valor de x en la ecuación de la derivada es 1 ó –1, el valor de y es 0 (eje vertical o eje de ordenadas). Es decir que a los valores 1 y –1 la pendiente de la función anterior es 0. Y voila! Si miran la grafica de la función original verán que efectivamente en 1 y –1 la función tiene sus “topes”.

domingo, 15 de julio de 2012

Bob Esponja's brain


Ultravioleta

El otro día reencontré un tubo fluorescente de luz ultravioleta que me regaló un electricista que se dedicó a la música en su juventud y aproveché para hacer algunas fotografías.

El resultado no es muy espectacular, pero sí me he dado cuenta, en la imagen de la flor arborescente, que el fondo parece una especie de tela de esparto, por llamarla de algún modo, y era una impoluta cartulina negra. Es curioso como pueden verse distintos filamentos. 


En cuanto a la margarita, pongo las dos imágenes. Ejem, lo diré con mayor propiedad. La primera imagen ha sido captada con un registrador fotónico y corresponde a los órganos sexuales de un organismo vegetal irradiado con un campo electromagnético de ondas inferiores a 400 manómetros (para ello se ha utilizado un lámpara de gas ionizado de cristal de Wood que bloquea la radiación superior a ese límite). 


La segunda es una vulgar foto de una flor hecha bajo la luz de una bombilla.



martes, 10 de julio de 2012

Debate con el 438


-Si, bueno, mi cerebro es binario –respondió el Venerable 438-.

-Pues según creo que opina Penrose la conciencia debe estar en alguna característica física de la estructura cerebral, tal vez en los microtúbulos celulares, así que debes ser simplemente un exquisito algoritmo que simula conciencia.

-Bueno -contesto el androide con su típica parsimonia trascendente aderezada con unas gotas de suficiencia-, a esos microtúbulos los disuelven algunos fármacos en vuestro cerebro y no parece que eso altere la conciencia. Después de todo, eso es una opinión, y creo que Hofstadter opinaría todo lo contrario.

El hombre pareció reflexionar un instante y cuando alzó la cabeza para iniciar otra frase el 438 continuó:

Y si me va a citar a Searle con su historieta de la habitación china, puede ahorrárselo. Él mismo ya expuso que el problema del estudio de la conciencia es más epistemológico que otra cosa.

-¿pero qué me dice de una habitación china? Solo quería preguntarle donde está el baño... 

-Entonces ¿esa cara de meditación...?

-Retorcijones.

-Ah! Emmm... al fondo a la derecha.

Un rato después, el interlocutor reapareció dispuesto a continuar con su tesis que el Venerable no era más que una cáscara vacía.

-Pues sí, androide. Searle defiende que un simple algoritmo, por complejo que sea, solo puede simular conciencia. Y por supuesto que estoy al corriente del problema de la irreductibilidad de la conciencia. Tú sin ir más lejos, eres simplemente un intento de superar el reduccionismo con la síntesis del objeto de estudio. Aunque se caiga en una especie de mapa borgiano en el que cada elemento del mapa es una copia 1:1 de la realidad.

Ejem... –carraspeo metálicamente el vilipendiado robot-, es usted un tanto insolente. Piense que pese a que de entre las tres grandes corrientes filosóficas de la humanidad, la griega (u occidental), la china y la india, fue de la occidental de la que se recogió el fruto de la ciencia, también es cierto que arrastra algunas formas primitivas de entender el cosmos. ¿De donde cree que viene el “error de Descartes”, por ejemplo? Sin embargo, la filosofía hindú, hace milenos que considera que la mente, la conciencia es una pantalla de los fenómenos cambiantes, irreales, del exterior. El problema del estudio de la mente es de marco, en otras ramas del saber más avanzadas a sucedido que el cambio de perspectiva (ya sea en matemática, física o astronomía) ha producido una auténtica revolución a la manera de Kuhn. Pero vista su actitud, no creo que esta discusión pueda llevar a nada útil.

Sin animo de ofensa, androide, no creo que de un cerebro binario pueda surgir una mente comparable a la humana.

Después de unos segundos de silencio, empezó a sonar una salmodia antigua: “Asereje, ja  deje, dejebere..”  Leibniz vio en la aritmética binaria la imagen de la creación. El Ser Supremo formó a todos los seres a partir del vacío, justo como la unidad y el cero expresan a todos los números naturales, o eso decía Laplace. Y no tengo nada más que añadir.