lunes, 15 de octubre de 2007

Pares o nones

Este articulo es una invitación a pensar sobre el modelo de relación de pareja existente en nuestra época, en nuestro mundo occidental.

Tal vez, la mejor introducción sería poner el problema en manos de un sujeto imaginario, que nos permita tomar algo de distancia sobre el tema:

Imaginemos que un antropólogo de Plutón (ignorante de nuestra cultura) arriba a nuestro planeta. Éste, curioso, observa nuestras formas sociales –o quizás biológicas- de comportamiento.

Seguro que le llamarían la atención algunas denominaciones de relaciones afectivas de diferentes culturas y periodos (poligamia, poliandria, bigamia, monogamia, celibato, soltería, matrimonio, pareja...)

Una vez superada la confusión inicial, sobre lo que es, debería o puede ser una pareja, este supuesto antropólogo, no tardaría en observar que aquí y ahora, una de las claves para afirmar que estamos ante una relación de pareja es el contacto sexual vinculante.

Poco después se desmontaría su tesis al descubrir lo que nosotros llamamos promiscuidad y “engaño”. Y más perplejo se quedaría al observar a parejas consolidadas que raramente mantienen contacto físico.

Para no divagar demasiado, diría que tal vez nuestro antropólogo supraterreno, superando su estupefacción, sólo se atrevería a realizar unos pocos apuntes de lo observado (u observable):

-Que las relaciones de pareja en los humanos, cual sus parientes los primates superiores, no pueden aislarse de sus relaciones afectivas generales, tal vez porque dependen del mismo mecanismo psíquico.

-Que las relaciones de pareja son palpitantes, es decir que no siguen una línea ni una progresión coherente.

-Que a los individuos les sirven de apoyo en los diferentes planos de su vida (y en ocasiones de traba).

-Que la identidad del individuo suele verse modulada por la pareja.

-Que las relaciones estables muchas veces adquieren carácter de pacto vital.

-Que las expectativas en las relaciones suelen tener un alto componente de fantasía.

-Que la pareja no forma una unidad real. Tal vez sí una unidad de orden superior, pero no más coherente que el menos coherente de sus elementos.

-Que las parejas que resisten el paso del tiempo, tienen componentes de las 4 palabras que utilizaba la lengua griega para definir el amor: “Estorge”, “Agape”, “Filia” y “Eros”.

Y creo que el osado observador no se atrevería a afirmar mucha cosa más...

Notas:

-Para no aburrir, y en virtud de mi holgazanería, les escribo las palabras “tal cual” y les resumo el significado. La traducción sencilla y simple de las 4 palabras a nuestra lengua sería “amor”, pero les tendremos que añadir un calificativo para que muestren su verdadero matiz. Por orden; Amor familiar, Amor basado en principios, amor de amistad y amor sensual.

-Aprovecho para colgar una foto de mi hermana y así de paso hago un poco la pelota y me aseguro de que al menos una persona se lea el artículo. También he de agradecerle algunas correcciones y sugerencias.

No hay comentarios: