lunes, 24 de julio de 2006

Lo eterno y lo efímero.


Todo lo que tiene un principio ha de tener un fin. Y puesto que nuestro entero universo tuvo un principio (eso dicen los del Big Bang); un fin ha de tener, pues! (eso dicen los Vascos). De esto podemos deducir que; lo único que puede ser eterno, es lo que no pertenece a nuestro universo.

Muy lógico: Una verdad de Perogrullo, dirán ustedes. Lo interesante es que esos objetos existen. Bueno, la realidad es que tampoco es que existan: ¡Vamos a ver! No pueden pertenecer al reino físico, sino al de las ideas, como por ejemplo; los conceptos geométricos.

Imaginémonos que nuestro universo termina (por un colapso de la entropía o de la economía, eso es lo de menos). Teóricamente podría existir otro en que las leyes físicas fueran diferentes al actual. Pero entelequias como el circulo y sus propiedades siempre permanecerán, si existe algún ente capaz de la abstracción. Estas cuestiones son independientes de las leyes físicas. Es más, seguramente son la base del mismo universo.

La gracia del circulo y su relación con su propio diámetro, por ejemplo (razón simbolizada por “Pi”), es que da un número de infinitos decimales. La más perfecta forma geométrica, tiene en su interior la más irónica paradoja. “Pi”, nos enseña que la realidad siempre se nos escapará. Aunque los humanos somos tan cabezones que la perseguiremos con millones de dígitos de aproximación (exagerado e inútil, pero bueno... supongo que las razones son más emocionales que científicas). Y como dijo el chaval aquel de la Relatividad; “Nuestra ciencia, comparada con la realidad es primitiva e infantil. Pero aun así: Es lo más precioso que tenemos”.

C’est la vie!

1 comentario:

Toni dijo...

Gracias por tu comentario!

No parece que podamos imaginar un conjunto que sea isomorfo con la realidad. Que se le parezca mucho sí... pero... Ya nos podemos olvidar de Matrix. :-)

(y dale con los isomorfos juas, juas)