jueves, 24 de diciembre de 2015

Navidad


Las miradas extraviadas sobre las interminables estanterías multicolores.

El gesto inexpresivo que delata el ensimismamiento compulsivo por coger los productos.

La simiesca tensión vigilante ante los gestos bruscos de los otros que delatan, que marcan como si de una sirena ensordecedora fuera, el objeto interesante.

Y la nausea no la provoca el hedor de los muertos si no el darse cuenta, que uno, también debe caminar con la mirada extraviada, con el gesto inexpresivo y con la simiesca tensión vigilante, como un cadáver más.

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