martes, 21 de abril de 2015

Curso acelerado de escritura para inútiles



Escribir es registrar signos. Si yo escribo; lkfhgsdhgghghghghgh. ¿Escribo? Se podría decir que sí. No canto, ni bailo, ni ando: escribo. Incluso puedo hacerlo con signos de puntuación. Hg bgh fgjh, gjhg jkgbjgb, jg fkjgbg jbfgjbgj. Acojonante, ¿verdad?

De hecho tenemos antecedentes de lo que digo:
Artículo de la Inciclopedia de la A:
Blog de Chewbacca:

Pero dejando a parte estas formas dadaistas de escritura, difícilmente alguien aceptaría mi primera definición. Así, utilizaré la de la RAE: “Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie”.
La RAE que limpia y da esplendor nos viene a decir que escribir es registrar los signos de un lenguaje, y diremos que un lenguaje es un sistema de comunicación, y ya no iremos más allá. No iremos más allá porque esto se puede hacer eterno. Y como no iremos más allá nos quedaremos más acá, tralarí tralará. Y el lenguaje puede ser una mierda como pueden leer. No, una mierda no, un tubo por donde se puede hacer deslizar cualquier tipo de abyección. Que despues de todo el lenguaje no tiene la culpa.

Algunos textos tienen la fuerza de una buena hostia. Así, dada con la mano abierta y con un completo recorrido del brazo en toda su extensión. Como por ejemplo la notificación de un juzgado. Esos textos sí que llegan. Fíjense si llegan que es posible que se los traigan las fuerzas del orden.

Pero si ya lo tenemos. Ya está hecho el post. Casi sin querer. ¿Qué es escribir? Comunicar, hacer llegar. Es un canal. Hay novelas muy bien vendidas que son un auténtica basura, pero ojo, bien escritas, incluso con filigranas lingüísticas cada 5 páginas (literalmente). Y tiene su público como los McDonalds tienen el suyo (a mi me encanta el macdonal. Ya que el médico no me deja fumar, pues al menos voy al macdonal).

Y por eso se le puede dar a la gente unos textos que son un canalón por donde se envía un chorro de mierda. Evidentemente, toda manguera que funcione va conectada a su surtidor, que en este caso no es otro que la mente del autor.

A la gente le gusta lo que les llega y punto. El texto que les aporte algo. Si usted tiene que aprobar una asignatura de cálculo se leerá una ladrillo soporífero de análisis matemático porque habla de lo que usted quiere saber. Y si esta usted muy mal de lo suyo, puede que incluso le guste. Y si a usted le llega o conmueve un texto estúpido, pues será o que sus vivencia son así de estúpidas o que es usted tan necio como el escritor. Incluso hay quien es capaz de escribir vomitando su propio discurso mental. Así, rollo Joyce, pero sin darse cuenta. Es posible que si usted conecta con un escritor (y téngase en cuenta que utilizo “escritor” simplemente como el que escribe) que escriba de ese modo, incluso le resulte más fácil digerir el texto. Lo que lee será más un vómito que una mierda, escatológico en cualquier caso.

Se escribe y no se piensa en la otra parte. En la lectura. Un texto para que sea legible, que llegue al publico que se pretende alcanzar ha de estar trabajado. Trabajado no quiere decir bonito. Solo eso, trabajado. Y aquí vienen mi esposa que hay que bañar al niño y tal y se termino este curso de escritura a ostias por hoy. Y no lo voy a repasar por que no tengo tiempo ni ganas. 
 
Nota: Repasado un poco unos 6 años después.03/2021.

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