martes, 16 de octubre de 2012

Deslices metodológicos

Número de éxitos en n pruebas de tipo Bernoulli con una probabilidad constante.  Por ejemplo, si tiro una moneda 50 veces ¿cuantos aciertos tendré? En general unos 25, el 50%. Este experimento tiene una distribución de probabilidad conocida como distribución binomial. Si repetimos el experimento 1000 veces (lanzar las 50 monedas) tendremos esta distribución, que se acercará a la normal.

Pero ahora imaginémonos que no podemos tirar la moneda 50 veces y decidimos hacerlo 5, pero tomar muchas más muestras, 10.000 por ejemplo. Esto es análogo a tener que medir, por ejemplo, el número de aciertos que tiene un chimpancé en un experimento cognitivo y ya que es difícil tener muchos chimpancés, solo se tengan 5 que podría ser una muestra insuficiente. Se podría pensar en repetir el experimento 10 veces a cada sujeto y así tener una muestra de 50 y ya está, asunto arreglado. ¿Es esto correcto?

Veamos lo que pasa si lo hacemos con las monedas.

¿Qué es lo que ha pasado?
En las siguientes gráficas se ve claramente.
Aquí tenemos la muestra de 300 mediciones de las 50 monedas (con más mediciones no verian casi nada a no ser que les hiciera un gráfico gigante y para lo que quiero motrarles ya es suficiente)


Y aquí tenemos 300 mediciones de las 5 monedas.

Así, por muchas veces que les pasemos una prueba a 5 monos, tendremos siempre 5 monos. Este es un error que puede resultar fácil de cometer (incluso por catedráticos, se lo digo yo).

1 comentario:

Amaya dijo...

La cuestión es que cuando uno es catedrático, casi se puede permitir afirmar lo que quiera ante sus alumnos con el derecho a que éstos no repliquen incluso teniendo razón.

Lo verdadero y lo falso deberían tener entidad por sí mismos, pero en nuestro contexto a veces más que depender de la realidad, depende de quien enuncie el argumento.

Podríamos clasificar verdadero/falso en función de diferentes dimensiones (los datos, la fuente que valora, la escala en que se valora - p.ej. lo que es verdad a escala macro no lo es a escala micro - ...) y veríamos que un mismo argumento no sería siempre verdadero o siempre falso para todas y cada una de esas dimensiones.

En conclusión tiene usted dos opciones: 1) Convertirse en catedrático, que potencial ya tiene :-); 2) Restituir su libertad de expresión demostrando que podría responder a un catedrático (en el cao de que decidiera no seguir la orden inhibitoria implícita de "a los catedráticos ni se les tose") escribiendo su respuesta en su blog, como en realidad ya ha hecho XD.