miércoles, 23 de mayo de 2012

Las cosas caen por su peso.




Se quiere lo que no se tiene, si hay escasez el ideal es la gordura, y si hay abundancia el canon se torna en delgadez.

Hasta ahora ha habido una hegemonía de las imágenes de modelos excesivamente delgadas, incluso algunas por debajo de lo que se recomienda como saludable.

La imagen que dan los medios de comunicación de lo que es la forma de una mujer haya empujado a muchas a adaptarse a esa idea. Puede parecer exagerado pero a priori una persona no sabe como es la forma del grupo al que pertenece. Si soy un camarero ¿cómo son los camareros? Bueno, pues me haré la idea por lo que veo. 
Los hombres y las mujeres se hacen idea de lo que son por lo que su sociedad les indican ya sea de forma explicita como implícita.

De todas formas, han de tener en cuenta, aunque no esté de moda decirlo, que hay una inercia biológica en lo que es un hombre y una mujer. Es decir, la mujer tiene por promedio un 15% más de grasa que el hombre, incluso los depósitos grasos de la mujer tiene ciertas particularidades biológicas de las que ya hablé en un post pasado y que ahora no voy a entretenerme a repetir. En general, su se mira lo que era considerado atractivo para una mujer, se preferían las mujeres exuberantes, tanto es así que un emperador de la América precolombina rechazó a su consorte oficial por estar delgada (en Historia del Matrimonio de Stephanie Coontz), y eso que no creo que un emperador pasara hambre cual campesino para tener el volumen de su consorte como un valor.

Sin embargo, las situaciones extrañas no se mantiene indefinidamente. El canon de belleza de las mujeres delgadas es como una pirámide invertida. Puede hacerse, pero la pirámide tenderá a descansar por su base más amplia. Lo mismo va a pasar con las modas.

Actualmente las modelos de tallas grandes, ya van apareciendo en las portadas de revistas de moda. Evidentemente no son mujeres obesas, tienen tallas “normales”.


Aquí unos ejemplos de las revistas, Elle, S-Moda (de El País), Vogue o New York.

No hay comentarios: