Dudo ya en escribir en este blog, principalmente por la estupidez de algunos de mis potenciales lectores.
Sin ir más lejos, hace poco tuve que soportar algún ofensivo comentario a raíz de hacerme el simpático con alguna broma referente a nuestro parentesco con los primates. Lo atribuyo simplemente a la falta de comprensión de mis interlocutoras.
Uno trata de hacerse el simpático, y ya ven. Con lo fácil que me es estarme callado y a mis cosas.
En fin, me pondría de despotricar un poco, pero al fin y al cabo la culpa es mía por echarles perlas a los cerdos.
Para el resto de la humanidad, aquí les dejo el resultado de cortar muy fino un tomate de pera, y aderezarlo al gusto (pimienta, sal, aceite y crema de vinagre de Modena). Para el corte he utilizado un cortador de fiambres de esos de hoja circular.
Realmente, el corte influye en el gusto, pruébenlo.
2 comentarios:
Me es difícil decir si es usted mejor fotógrafo o mejor cocinero... qué pinta más buena tiene ese tomate, ñam!
¡Gracias!
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