viernes, 9 de septiembre de 2011

Pensamiento y antropocentrismo.

Es conocida la cultura en los chimpancés. Su uso de herramientas y la transmisión de información no biología a través de los individuos.

En este documento de la revista Nature, encontraran una bonita imagen, de la distribución de diferentes conductas culturales en medios naturales.


Y aquí les dejo un artículo de Sabater Pi, sobre el uso de bastones en Guinea Ecuatorial por los chimpancés.


Bueno, la cuestión es que también se ha encontrado en perros la capacidad de entender el lenguaje articulado (tipo coge la bola roja de la caja azul, por ejemplo), supongo que en los experimentos cognitivos queda claro que no depende de un condicionamiento instrumental. Si no recuerdo mal también aparecía en un artículo de Nature.

Por otro lado, Irene Pepperberg, que ha trabajado con loros durante décadas, ha conseguido resultados sorprendentes.

Por ejemplo:

 Hasta el momento en que se desarrollaron estos experimentos, ningún ave había sido capaz de pasar del conocimiento de las propiedades de los objetos (como «cuatro», «rojo», «triangular» o «madera») a las categorías o conceptos abstractos que definen esas propiedades (como «número», «color», «forma» o «material»). Para que se pueda apreciar el alcance de este paso diremos que resulta mucho más fácil reconocer objetos de madera respondiendo a una pregunta del tipo «¿qué objeto es de madera?», que reconocer que la madera es un tipo de material, como hace Alex cuando, ante una llave de madera, responde a la pregunta «¿de qué material es esta llave?». Hay aquí un nivel de categorización abstracta como el que solamente han logrado alcanzar algunos chimpancés en experimentos similares.”


Tanto en el caso de los perros como los loros, el contacto con los humanos es crucial. Los chimpancés ya son capaces de generar su propia cultura.

Actualmente estoy intentando leer un libro de C. Riba, “La comunicación animal, un enfoque zoosemiótico”. Difícil y que creo que no aprovecho demasiado, pero que ayuda a replantearse ciertas cosas.

El otro día en una discusión con una bella e inteligente señorita, hablando sobre perros, plantee la reflexión que el sistema nervioso, entendido como un elemento plástico, según la cercanía funcional, (ya sea esta homóloga -primates- o análoga -loros, delfines-. Tal vez, merezca una consideración aparte el extraño caso de los perros: mamíferos sociales a los que hemos seccionado también pos sus características psíquicas) podría ser que se implementaran formas de pensar más típicamente humanas.

Tal como el humano utiliza razonamientos, tal que el lógico, que no le es demasiado propio. Algunos animales podrían integrar otros tipos de dinámicas de pensamiento.

He encontrado un frase, que enfrascado en la lectura del libro mencionado anteriormente, no me parece ya que tenga un significado poético.

“Los chimpancés son conscientes de su parentesco con el hombre.”


En proverbia.net, Sabater Pi.

2 comentarios:

Amaya dijo...

Suele decirse, creo, que el perro termina pareciéndose al dueño. Yo albergo la hipótesis de que, además, es el propio dueño el que acaba por parecerse al perro, y que con el tiempo suficiente quizá se tornaran indistinguibles.

En el roce, además del cariño, parece que surge también el aprendizaje; de manera que aquellas especies con una convivencia privilegiada con el hombre (o individuos concretos a los que se les ha hecho artificialmente compartir su tiempo con algún ser humano) terminan por incorporar algo de sus allegados humanos.

Quizá si no hay más aprendizaje mutuo es por un problema de comunicación inter-especies, porque, como dices en otra entrada, es difícil que los de una especie logren contactar a pleno nivel con los de otra especie distinta.

Es parecido a las relaciones entre culturas humanas: en cuanto hay contacto, unas se nutren de otras, modificándose mutuamente, introduciéndose cambios más o menos sustanciales. Ahora bien, mientras se mantengan disociadas, las diferencias son en cambio lo que se agudiza.

Toni dijo...

Me imagino una prueba en la que hay que saber cual de tres sujetos humanos a tenido contacto diario durante una década con un perro, un chimpancé y un caballo. No se me hace difil pensar que cada uno de esos humanos reflejarian alguna tendencia própia de la forma de comunicarse de esos animales, no en el lenguaje pero quizás sí, en su expresión o form ade interactuar fisícamente.

Los animales se adaptan a nuestra especie, pero no menos cierto ha de ser que nosotros nos adaptamos a otras.

El perro y el hombre, al final terminan compartiendo incluso opiniones, viendo las cosas de forma parecida, uno perrunamente y otro humanamente. Como dos mundos que sus atmósferas entran en contacto. Incluso en la señales sonoras; uno entiende el tono de voz y el otro el tono del ladrido.

Gracias por tus comntarios :-)