lunes, 15 de agosto de 2011

Tabla de niveles de libertad.

Esto viene de un debate en un foro de psicología. Lo rescato aquí. 

Estableceremos cuatro niveles de libertad, que llamaremos; simbólico (lógico), físico, moral y conveniente. Los tres últimos son en los que Dios o el Dr. Manhattam podría operar, en los dos últimos el ser humano y los animales solo en el último.



Nivel Lógico. Decible e indecible.

Hay cosas que existe la posibilidad de decir teniendo un sentido. “El oro es rojo”, “Yo soy yo”, “dos más dos son cuatro”. “El Sol mide 20 cm de diámetro”. Sean ciertas o no, las llamaremos cosas decibles.

Y cosas imposibles de decir dentro de un sistema recursivo (que genera cadenas o teoremas a partir de reglas), Han tratado el asunto: Russell (que le aguó la fiesta a Cantor, al mostrar la inconsistencia de la teoría de grupos) o Gödell (que se la aguó a Russell y su “Principia Matemática”, al frustrar las pretensiones de este último al demostrar la imposibilidad de crear un sistema completo y coherente). O
Wittgenstein, que estudió con Russell, y trató el tema de lo inexpresable desde un punto de vista lógico-filosófico.

Hay paradojas que muestran el problema, como la típica de afirmar: “soy un mentiroso”, la de Russell, o la de Grelling.

Vienen a crear un contrasentido. Del tipo “x es y x no es”.

Ejemplificaremos las limitaciones de libertad de ese nivel, con un ejemplo: un ser todopoderoso no tiene libertad para crear un piedra que no pueda levantar (o no tenga libertad para). Por eso decimos que en el nivel lógico existe una barrera absoluta a la libertad.

Nivel físico. Posible e imposible.

En general no existe libertad para hacer cosas en contra de las leyes/restricciones físicas, a menos que se tenga la libertad de cambiarlas.

Por ejemplo, ahora tenemos la libertad de poder vivir a más de 100km de nuestro lugar de trabajo ya que disponemos de los recursos técnicos.

Otros ejemplos de falta de libertad a ese nivel serian: Comprarse un yate siendo un obrero. Sobrevivir a una decapitación.

Si deseamos considerarlos en términos de probabilidades, digamos probable/improbable, pero por comodidad y claridad, vamos a considerar la posibilidad y la probabilidad como términos sinónimos.

La información que disponemos para actuar la consideraríamos a este nivel (planos/mapas, tecnología, referencias ciertas).

Los “dioses” y el pensamiento son capaces de operar a este nivel de libertad.

Nivel social. Funcional/disfuncional

Este sería el nivel en que popularmente se entiende que empieza a operar la libertad humana. Un ejemplo es el conocido “la libertad de uno termina donde empieza la de los demás”.

Ejemplos del ejercicio de la libertad a ese nivel seria el trabajar o vivir de la delincuencia. Dialogar o atacar. Contribuir a la sociedad o autodestruirse. Atender a los hijos o dejarlos abandonados para irse de juerga. Tampoco son necesarias las dicotomías, la división funcional/discunfional (o moral/imoral si se desea) es artificiosa utilizada para ordenar de alguna forma la libertad de acción a un nivel interpersonal.

Consideraremos lo inmoral como lo que va en contra de la calidad o la longitud de la vida del grupo. Considerando también que hay pocas acciones o elecciones plenamente individuales.

No se considera si las acciones son buenas o malas, el humano tiene libertad para elegir que hacer a este nivel (cosa que no sucede en los dos anteriores). Es decir uno es libre de cometer delitos si dispone de los recursos, pero la sociedad actuará sobre el sujeto colocándolo en un nivel de libertad físico. (Por ejemplo, poniéndolo en prisión).

Nivel individual. Conveniente/inconveniente.

Este es el nivel de libertad común de todo hijo de vecino. Son decisiones decibles, posibles, morales. Pero que pueden sernos de interés o no. La posibilidad de acción va a depender solo de nuestra voluntad.

Ejemplos de este nivel:
¿Salir a cenar o quedarse en casa?
¿Dónde vivir?
¿Cómo vivir?
¿Me hago un tatuaje?
¿Me voy de voluntario a Chiquiristan?
¿Suelto un rollo sobre la libertad?


Bibliografía.

  • Michael A. Arbib. (1987). Cerebros, máquinas y matemáticas. Madrid: Alianza Universidad.
  • Douglas R. Hofstadter. (2005). Gödel, Escher, Bach. Un eterno y grácil bucle. Barcelona: Tusquets.
  • John Heaton. (2002). Wittgenstein para principiantes.Buenos Aires: Era naciente


2 comentarios:

Amaya dijo...

Oh! Sepa usted Dr. Wespinyaguein que esta entrada suya tiene una longitud media de palabra de 5'17!
Se trata de un texto filosófico casi sin asomo de dudas (atendiendo al caixocosmólogo Wagensberg).

Por el contrario, su relato sobre el zapatero "Ordenar, justificar, ordenar" tiene una LMP de 4'05.

:-O

Toni dijo...

¡Oh! gracias por su tiempo y dedicación. Me hacen ilusión sus datos. :-D