En un manual americano de enfermería (Clarke y Walsh, 2009) se señala a la publicación del “Handbook for attendants on the insane” (Manual para asistentes de los enfermos mentales), como el punto en que el cuidado enfermero a enfermos mentales se formalizó en 1885. Nosotros hemos encontrado un ejemplar del mismo título, editado en el Reino Unido en 1877.
Y no hemos querido dejar escapar la ocasión de entretenerles con curiosidades halladas en el que podría considerarse el primer manual de enfermería de salud mental.
Instrucciones especiales para asistentes (1877).
1. No pierda de vista del paciente, por temor a que escape.
2. Administrare solo el medicamento prescrito.
3. Indique cualquier cambio en el comportamiento o en la conversación al médico.
4. Señale cualquier alteración en su salud general, tales como el estreñimiento, pérdida de apetito, languidez, somnolencia, apetito voraz, síntomas de suicidio, e irregularidad menstrual, y avise de inmediato. También diga como cada uno de estos síntomas influyen en la salud general y el estado mental del paciente.
5. Sea muy cuidadoso en sus conversaciones y no hable con el paciente de los asuntos del asilo o de otros pacientes.
6. Si acompaña al paciente fuera del asilo no le permita hablar con extraños, enviar cartas, o entrar en bares. Esto último es muy grave y el cuidador que lo permitiera podría ser despedido.
7. Muestre un comportamiento amable, considerado y cortés, no se resienta por lo que un paciente le haga, recuerde que la persuasión y la bondad son mejores que la fuerza y las palabras severas, y le ayudaran a que el paciente le respete.
8. Nunca exprese sus opiniones a los familiares o a los amigos del paciente en cuanto a la evolución del caso, pero remítalos al médico, el único que puede dar una opinión correcta.
9. Entréguele todas las cartas escritas por el paciente al médico, para enviarlas a su discreción, y no lo haga usted mismo. Permitir que los pacientes que envíen cartas puede provocar mucha ansiedad a sus familiares y amigos.
10. No acepte sobornos o dinero de un paciente
11. No use contenciones que no han sido ordenadas por el médico, y no deje solo a un paciente contenido.
Bibliografía.
Clarke, V., Walsh, A. (2009). Fundamentals of Mental Health Nursing. Gosport: Oxford University Press.
Winslow, F. (1877). Handbook for attendants on the insane. London: Spottiswoode and Co.
1 comentario:
Un siglo y medio después parece que las cosas no han cambiado demasiado. El uso de las contenciones, como mínimo, sigue vigente, y las visitas a los bares, prohibidas XD
Me ha hecho gracia lo de que el médico es el único que puede dar una opinión correcta. Trae a la mente la cuestión de la infalibilidad papal; será que los médicos también están asistidos por alguna conexión divina por la que "la verdad" acude a ellos.
Más bien diría que los médicos son los únicos autorizados por el sistema para emitir abiertamiente sus dictámenes y opiniones, sean estos "correctos" o no. Que lo sean va a depender de múltiples causas, de las que una de las últimas es el hecho de que dispongan de un título concreto.
Y es que un médico de un hospital "X", poco podrá determinar con "corrección" sobre un paciente que no ha visto en su vida y que reside en otro hospital "Y" diferente al suyo, por poner un ejemplo.
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