jueves, 20 de enero de 2011

Oscuridad y silencio. Luz y vibración.



Los soles son minúsculas candelas y los planetas motas de polvo suspendido. 


Casi todo es nada y la nada es casi todo.


Y el corazón del hombre, como una llama de gas, hace la espectroscopía de los elementos de la vida. 


Y la lengua se cubre de fina ceniza. 


Y el negro cosmos, silencioso e inerte. Mira sin ver, las absurdas llamas de colorines que, microscópicas, danzan.

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