martes, 14 de septiembre de 2010

Siguiendo con el chiste.


Para no perdernos, vayamos por partes. El embrollo -el mio- vino con el chiste de la negación del dos.
Respecto a la incorrección de las premisas, creía que las falacias debían ser.

- La de jugar con posibilidades a posteriori.
- E igualar a 0, esa posibilidad casi imposible. Negando lo evidente.

Recordemos.
El número 2 no existe.

1. El 2 es el único número primo que es par

2. Pero hay infinitos números primos

3. Por tanto la probabilidad de que un número primo dado sea par sería 1 dividido por infinito, es decir, cero

4. Por tanto, ningún primo puede ser par y el 2 no existe


Reflexión tipo -para entendernos-: Cojo una jeringuilla y la tiro en la arena de la playa. La posibilidad de que un grano específico de arena entre en la aguja, a priori..., bla, bla, bla... ergo, los granos de arena no existen.
Pero, un comentario del post anterior gracias al feedback de Amaya: “El dos parece el único ejemplar con una característica especifica de un grupo infinito.” Me ha hecho pensar en otra cosa.

Veamos la deficinión de primo, en Wikipedia.

“La propiedad de ser primo se denomina primalidad, y el término primo se puede emplear como adjetivo. A veces se habla de número primo impar para referirse a cualquier número primo mayor que 2, ya que éste es el único número primo par. A veces se denota el conjunto de todos los números primos por [...] .”

Ejem... a falta de algún lógico o matemático en la sala, continuaré... (ruego me disculpen el atrevimiento).

La cualidad de ser par es “precisamente” ser múltiplo de 2.¿no? Así, 2 es primo porque es divisible por 1 y por él mismo (es decir: el dos es primo porque es par y divisible por 1). El 11, es divisible por 1 y por el mismo, es un primo que tiene “onzalidad” que es la propiedad de ser múltiplo de 11 que en el planeta Onzano, resulta una característica muy apreciada (allí se habla de primos no-onzanos, para cualquier primo mayor o menor que 11). De todos los números primos, el 11, es el único que es onzano y puede seguirse, con la trecelidad, diecisietilidad.

Supongo que el lenguaje natural nos juega malas pasadas. Sorprende como nuestra perspectiva pueda hacer establecer divisiones sin sentido, incluso en esto, y quedarnos tan anchos.

Quizás el del artículo de Wikipedia, y el que debió escribir el chiste tienen el mismo sentido del humor –o tal vez yo no entienda nada, que es lo más probable-.

***
Bueno, también quería reflexionar sobre lo que debe ser una fórmula. En principio, e ingenuamente, me parece que existen al menos dos tipos, las que parecen síntesis de una idea, mostrando relaciones entre sus elementos. Y otras que ofrecen trasformaciones. En el fondo se trata de la estructura subyacente. Pero, bueno... sólo es un autoapunte para otro post.

2 comentarios:

Amaya dijo...

Oh! Escribe pronto ese post sobre las fórmulas!

Qué razón tienes, uno se queda anclado en el concepto que da título al tópico (en el caso anterior, el número 2) y no aprecia las propiedades del resto de elementos. "La onzalidad" es una genialidad muy reveladora... Si tomamos pues, los números primos uno por uno, bajo las mismas premisas del "chiste" tendríamos que decir que ninguno existe (puesto que la probabilidad de poseer onzalidad, diecisitilidad, etc. sería de 1/infinito = 0).

Si estos números "primales" no existen, es imposible que lo haga su progenie, los múltiplos de ellos. No existiría, en definitiva, número alguno, ni la posibilidad de contar.

El cero se convierte en un gran agujero negro que nos priva del pensamiento matemático...

Toni dijo...

Lo que ha dado de sí, el chiste... creo qeu ya no nos van a contar ninguno más de esos...

¡Otro , otro!

¡no! ¡que si os cuento alguno filosofais! Y a lo tonto a lo tonto a ver si os vais a cargar alguna verdad universal... que las hay que son muy delicadas XD