En la pintura ya conocemos los colores, las líneas o contrastes que componen un obra de ese tipo, sin ser nada, más allá de ella misma.
Me pregunto por un texto abstracto. ¿Podría tener algún sentido?
Con la escritura capturamos en símbolos los fonemas. Codificamos ruidos, una partitura del habla y por extensión de parte del pensamiento.
Parece que la imagen y el sonido están íntimamente ligados, los otros tres sentidos quedan un tanto al margen, si a caso tendrán, un primitivo lenguaje, que ya debe conocer el mundo casi de antemano.
Quizás, lo que es para las imágenes el arte abstracto; fuera el ruido (o la música, si prefieren) para el lenguaje. Una abstracción de las palabras. Tono y ritmo, sin sujeto (¿¡palabras sin significado!? –bueno, un discurso en un idioma incomprendido, viene a ser eso-).
o... ¿quizás las onomatopeyas nos sirvieran?
Plash! Bum! Jajajaj!
En fin, es igual... disculpen el rollo.
1 comentario:
Tal vez la cuestión es que, por carecer de sujeto, no somos capaces de darle sentido. Y al mismo tiempo, como en los cuadros abstractos, el sujeto, será el que mira, así que siempre se le dará un sentido (o se obstinará en no dárselo y ese será su sentido). La luz, es la luz... pero el ojo siempre enfocará un plano.
El lenguaje, parece, como la música, una cosa abstracta ya de por sí. Pero como lo tenemos asumido, no le echamos cuentas, como diría mi abuela...–excepto quizás, por lo de los “significados y significantes” y esas cosas de la lingüística-. Parece que estamos más preparados para dar sentido al sonido; enseguida extraemos significado de sus pautas. Pero de luces, colores... no sé... bueno, de una secuencia de una treintena de grafemas, ponemos y extraemos muchísimo significado (bueno... no siempre sacamos lo mismo que ponemos... ahí está también los sesgos de los sujetos).
Pero, sin duda, el ¡Oh! (un poco de más para acá que el "Om"), nos puede servir como una especie de muletilla cósmica cuando no sabemos que decir. :-)
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