miércoles, 8 de junio de 2016

El significado de lo imposibe




Imagen solo enlazada

Es un político honrado, sincero y que busca genuinamente el bien de la gente. Ni siquiera está impulsado por un perverso y oculto deseo de poder. Pero eso es, es... imposible Dijo el ayudante del profesor.

Exactamente Cuasimodo, es imposible.

¿Pero, entonces como puede existir?

El profesor, se quedó pensativo unos instantes y tomó unos documentos de encima del vetusto escritorio. Solo habrá de firmar estos documentos para que sea oficialmente un político y después...

¿Y después, profesor?

Absorto, continuó hablando, sin siquiera darse cuenta de la pregunta de su ayudante. Le he llamado Omega. Sí, ese es su nombre. Muy adecuado. Omega. Cuasimodo. Algo imposible no puede existir ¿verdad? Cuasimodo hizo gesto de responder, pero el profesor continuo hablando sin dejarle espació Pero ¿Y si existe? En la geometría euclidiana, las paralelas nunca se encuentran, pero y si lo hacen... entonces esa geometría no podría existir. Y de hecho la geometría en la que no se cumple el quinto postulado de Euclides se la conoce como Geometría no euclidiana. Es otro universo.

Profesor no entiendo nada.

Eso no es ninguna novedad querido Cuasimodo. Si dos más dos no son cuatro, o la relación es un error o las reglas del álgebra son falsas. Las dos realidades no pueden existir a la vez. ¿Sabes lo que pasará cuando Omega firme el papel y se convierta en un político honesto?

—Her Profesor... le he visto desmembrar y recoser cadáveres, sacar criaturas viscosas y ululantes de grandes frascos... pero ahora me está usted dando miedo.

El excéntrico científico alargo los documentos a Omega, junto con una bella estilográfica y este firmó.

Silencio, un silencio como nunca hubieran no oído. Omega brilló. Parecía que estuviera dentro de una finísima película plástica que se extendía en todas direcciones distorsionando ligeramente la visión de lo que estuviera al otro lado. El profesor miró a Cuasimodo y encontró su espantada mirada, lo vería como a través de una cortina de aire caliente. El espació vibraba en si sí mismo. Un trilobites se contraría agónico en el suelo. Sobre sus cabezas pudieron ver el cielo estrellado y una enorme estrella gigantesca y agonizante que se esfumo de golpe para volver a ser el sol que la humanidad conociera. Mirar a Omega hería los ojos.

De repente el cosmos implosionó. El tiempo y el espacio dejaron de existir y entonces, una vez más, la luz se hizo. Y en ese universo, en algún ligar, en algún momento; un político honrado sería posible.

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