miércoles, 13 de junio de 2012

¡Culebra! ¡Bastarda!


Esta misma tarde me he encontrado a una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) intentando salvar su vida del acoso de mis canes. La desafortunada se atoró al intentar escapar por una tela metálica, quedando expuesta, como si de una picota se tratara a una jauría de juguete, pero por la que, dada si situación de indefensión, sería inevitablemente despedazada.

Perfil en que se aprecia la prominente placa supraocular

Esta es la culebra más grande de la península ibérica, fácilmente reconocible por su prominente placa ciliar que le confiere una severa mirada. Este ejemplar en concreto media unos 160 cm. de longitud, con un diámetro de unos 15,5 cm.

Al lado de una cinta métrica de 150 cm. 
Diámetro de la culebra

Curiosamente al sujetarla por la cabeza, en virtud de algún reflejo, dejo de bufar y adoptó una actitud estática. Después de desinfectarle con yodo algunas heridas superficiales fruto de la refriega con los perros, la liberé, momento en que recobró instantáneamente todo su vigor y más que reptar, patinó por encima de la hierba, como si de hielo se tratara, para perderse en los setos.


Lo cierto es que existe la estúpida costumbre de matar a toda serpiente que se encuentre,  como si se tratara de un animal maldito al que se le atribuyen características que bien describen a nuestros políticos y banqueros. 

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