El telar
Para quererte se me queda pequeño el marco en que se teje el delirio de la realidad.
Ese en que las gentes traman su vida, multiplicando los huecos con cada puntada.
Y extiendo el hilo, queriéndote más allá de la razón; hasta la locura.
Y retorno, tensándolo, queriéndote más allá de la vida; hasta la muerte.
Te amo con el corazón de las bestias que no saben de telares, aunque te lo exclame en la harapienta lengua de los hombres.
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