martes, 11 de mayo de 2010

Irreal verde culebra


La pequeña culebra, después de bufar, pasó a mostrar una reptiliana indiferencia. Y quería yo buscar la especie y hablar sobre la biodiversidad, pero he cambiado de opinión... 
Después de modificar un poco la fotografía (sólo ajustar colores y recortarla), me ha sorprendido que la imagen con el color deformado, me parecía más apropiada que la original. Curioso.

3 comentarios:

Amaya dijo...

Mmmm... Y digo yo... ¿quién es el idealista y quién el materialista? :D

Toni dijo...

Emmmm... entonces serían isomorfos. Desaparecerian. El racionalismo y el empirismo tal vez sean la misma cosa. ¿Un continuo? :-)

Amaya dijo...

Quizá te pueda interesar: en este mes hay en CosmoCaixa en Barcelona un ciclo de conferencias y en alguna de ellas se habla de la construcción de la realidad por parte de nuestro cerebro, relacionándolo con el ilusionismo, es decir, cómo creemos ver lo que en realidad no está... Estuve mirándolo y ya no recuerdo las fechas, a lo mejor se ha pasado o es más adelante.

También hay una charla sobre cómo el cerebro procesa la belleza, creo que vinculándo el tema con la percepción del arte, aunque no me hagas mucho caso. Si te pica la curiosidad casi mejor irse a la web porque yo como informadora a veces no soy muy buena, jejeje.

Me ha parecido gracioso el punto de vista del robot intentando entender este galimatías cambiante. A él no sé si le haría la misma gracia, en realidad. El caso es que he empezado a pensar que un robot construido de una forma tan sumamente objetiva sería imperfecto para la función de "navegar" por este mundo. Probablemente sería más funcional proveerle de un sistema perceptivo que computara los colores de cada objeto en relación al resto de colores de su alrededor, de forma que la percepción global resultante de la escena quedaría igual a lo largo del día a pesar de haber variado en longitudes de onda. O seguro que habría más soluciones... como combinar la información de la longitud de onda con otros datos que introdujesen una corrección o ajuste, yo que sé, quizá datos sobre la iluminación general, la temperatura o lo que sea que haga variar a los colores.

Si al final va a resultar que, para lo que son nuestras necesidades, vamos a ser el procesador perfecto... ¡juas!