miércoles, 3 de marzo de 2010

Empusa pennata.

De adolescente, como todo el mundo, hice mis colecciones de insectos. Llevado por ese clásico espíritu naturalista. Me limité a coleópteros, y por su limitado número, a mantoideos. A los demás, pobres insectos, los dejé en paz.

Creo recordar, que en la península ibérica había 11 especies de mantis. De las que encontré 4.
Hace un par de días, reencontré la 3ª con la que me tropecé (casi ninfa). Y no, no terminó en un bote de naftalina (ni en uno con el fondo de yeso embebido en gasolina siquiera –extraordinaria solución que encontré en un manual de los años 20, editado por el Museo de Zoología de Barcelona, ya que el típico bote de “matar insectos” requería utilizar venenos peligrosos-).


Paradójicamente, el ejemplar de la foto, fue salvado de una muerte segura, precisamente, por que alguno de su especie murió en el proceso de ser conocido por su salvador.

En fin... por cierto, este es el año de la biodiversidad.

No hay comentarios: