domingo, 31 de enero de 2010

Jesulin, ¿es rico?

Según un viejo estudio americano, si usted es más inteligente que el 90% de la población tiene una probabilidad de ser “pobre” del 6% y “rico” del 14%.

Estadísticamente, poca gente es “pobre” o “rica”, pero la mayoría tiene un estatus económico medio. Tanto una persona brillante como mediocre tiene la misma probabilidad de ser “mileurista”, aproximadamente un 10% (ejem... advierto que los datos que voy a manejar tienen unos 40 años).

Probabilidad diferencial de éxito económico, por individuos con diferente C.I. e igual nivel de educación y antecedentes sociales.

Parece que la inteligencia ayude... ¿no?



¿Pero que hay si usted se ha criado en una barriada marginal o en un barrio de ricachones?

Probabilidad diferencial de éxito económico, por individuos con igual C.I. infantil y diferentes antecedentes sociales.



¿Y si usted terminó el bachillerato, consiguió seguir estudios superiores o en cambio a duras penas fue “a escuela”?

Probabilidad diferencial de éxito económico, por individuos con igual C.I. y diferente escolarización.





Parece que aquí la inteligencia es lo de menos... por que razón he desempolvado unos datos de más de 40 años, con la descontextualización que ello implica.

Pues la causa ha sido el encontrar un estudio descriptivo de estudiantes de secundaria en Peru, que no establece relación entre inteligencia y rendimiento académico (la muestra para inteligencia superior es muy pequeña n=3, problema comprensible por otro lado). Pero que en contraste, sí lo hace entre pobreza y bajo rendimiento.

http://www.monografias.com/trabajos63/coeficiente-intelectual-rendimiento-academico/coeficiente-intelectual-rendimiento-academico.shtml

Sospecho, que respecto a las diferencias individuales, se tiende a dos posturas descaradas. A negarlas funcionalmente o a hincharlas artificialmente. De todas formas, no parece que sean las diferencias intrínsecas las que pesen sobre la condición económica de los individuos (y tal vez, ni siquiera de la académica –a ciertos niveles, claro-).

En fin, supongo que las cuestiones de siempre no llegan a desactualizarse, solo mudan de contexto.

Los gráficos se han confeccionado a partir de la siguiente fuente(en las tablas “y” eran “éxito económico por deciles”):



Bowles, S., Gintis, H. (1976). La meritocracía y el “coeficiente de inteligencia”: una nueva falacia del capitalismo. Barcelona: Anagrama.





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