domingo, 12 de agosto de 2007

Los extremos.

Todos sabemos que los extremos se tocan. Hoy vamos a tratar de “la espiritualidad” y “la animalidad” (por expresarlo de algún modo. Les recuerdo que las palabras son míseros andrajos con los que vestir a las ideas).

En primer lugar aquí tienen una imagen de un botijo que se utiliza en fiestas religiosas, adquirido en Tivenys (Baix Ebre), es el “Canti del Campanar”, aunque cualquier etnógrafo lo clasificaría como un objeto cerámico fálico, utilizado en rituales de fertilidad. Y precisamente, las fiestas de los pueblos coinciden con las épocas de siembra o recolección. Así, que en fiestas de naturaleza religiosa, en la España de hace décadas se utilizaban (y se utilizaran), objetos fálicos de fertilidad (díganselo al cura del pueblo y si no tiene sentido del humor tal vez les parta el “Canti del Campanar” en la crisma).

Ahora vamos por el caso contrario. Existe un grupo de la década de los 80, llamado “Parálisis Permanente”, muy Punks, y muy autodestructivos ellos. Se supone que este grupo provoca al orden establecido, cantan lo que se supone que no se tiene que cantar (bueno, antisistemas que terminan adorando al becerro de oro, si no los mata la droga o alguna enfermedad infecciosa ).

Resumiendo, y para no aburrir: Miren con atención la letra de la canción “Quiero ser santa”:


Quiero ser carbonizada
azotada , flagelada
levitar por las mañanas
y en el cuerpo tener llagas
quiero estar acongojada
alucinada y extasiada
tener estigmas en las manos
en los pies y en el costado

quiero ser santa
(x3)

quiero estar mortificada
y vivir en la ostada
quiero ser sacrificada
viajar a roma y ver al papa
quiero que cuando me muera
mi cuerpo quede incorrupto
y que todos los que me vean
queden muertos de susto

quiero ser santa
(x3)

¿Qué creen que opinaría Santa Teresa o Torquemada de las emociones aquí expuestas? Estoy seguro que se les caería una lagrimilla de felicidad. Preguntarían ¿Quiénes son estos santos varones, que comprenden el espíritu de la mortificación y de la negación del Yo? ¡Qué elevación del espíritu! –exclamarían-

Ya ven como son las cosas... La única explicación que se me ocurre es que tal vez, la premisa introductoria; dividir las ideas, caminos y acciones como “espirituales” o “animales”, es totalmente errónea. Como parecen apoyar estos sencillos ejemplos, la psique humana, tanto individual como colectiva, es más sólida y unitaria de lo que parece. Un ritual religioso y un tumulto Punk: Tal vez fueran vistos como fenómenos paralelos por un extraterrestre. En el fondo, somos nosotros los que ponemos las diferencias. Poco sabe la Naturaleza de nuestras historias y caminos.

Ah! Aquí tienen el video de “Parálisis Permanente”.

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