viernes, 23 de enero de 2009

Robots de compañia.

En la foto, un Tamagotchi muerto.

Unos enlaces sobre los Tamagotchis (en Australia estan prohibidos a menores de 18 años). Es posible que tubieran aplicaciones terapéuticas, preo, no quiero considerarlo ahora. Ahí van:



jueves, 15 de enero de 2009

Bolonia, azúcar en el depósito.

El número de este mes de “Le monde diplomatique en Español”, publica un artículo titulado, “La universidad, el mercado y Bolonia”, que resulta preocupante. Parece que la universidad cae definitivamente en las manos del mercado, los grados serán una especie de FP-3 y quedaran lo "masteres", de escasa aplicación práctica, para quien pueda y tenga ganas.

La publicación denuncia la perdida de capacidad crítica de los nuevos estudiantes universitarios y el peligro de la transformación de la universidad en simple academia.

Pero el panorama de la sociedad ha cambiado. Un sencillo ejemplo; ¿votan la última generación con uso de razón? (a partir del accidente de Chernovyl [1986], esta facultad empezó a desaparecer. Cosas de la radiación...). No demasiado, prefieren colaborar en ONG’s o canalizar sus esfuerzos de buen samaritano laboralmente (¡malditos peseteros!).

Parece qeu todo el mundo sabe que la política es un asunto de “ellos y ellos”, y que la democracia representativa es solo una oligarquía. Por otro lado la discusión de derechas e izquierdas, esta trasnochada; la política esta supeditada a cuestiones económicas y a técnicas de propaganda de masas.


Y la universidad que ha resistido la lucha contra ideologías, tal vez, flaquee frente al brillo del oro.

Tal vez vengan tiempos en que el conocimiento abandone las instituciones. ¿Será una garantía un titulo de aquí a una década, o solo garantizara que quien lo posee dispuso de tiempo libre y dinero durante unos años?

Bolonia es dulce, tranquiliza, parece una garantía de prosperidad. Pero ya sabemos que el deposito de gasolina no es lugar para el azúcar, a la larga, lo pagaremos muy caro. Tiempo al tiempo...


viernes, 9 de enero de 2009

Escena surrealista cuotidiana.



Plano general de la calle.

En una calle de una ciudad famosa por el modernismo, un individuo camina despreocupadamente por una acera, cuando de reojo mira la parte baja de un container de basura.

Primer plano:

- Una edición de “Cátedra”, en donde puede leerse “Tirso de Molina”.

El individuo, mira a los dos lados de la calle, y se inclina para recoger el libro. Pero, está justo bajo una rueda del container.

Primer plano:

- Cara perplejidad del individuo.

Se levanta e intenta empujar el container en pose helénica.

Plano general de la calle:

- El individuo empujando el container mientras pasa la gente.

Y... Fundido en negro.

[...]

Pues si, es muy buñuelesco-daliniano pero “m’ha passao”.

Aqui tiene los enlaces para ver "Un perro andaluz" (Un chien Andalou - Buñuel & Dali-):

"Un perro andaluz", parte 1.

"Un perro andaluz", parte 2.

martes, 6 de enero de 2009

¿Somos la generación anodina?

Esto es un "in crescendo" audiovisual que contrasta con las facilidades vitales de la generación DF (Despues de Franco -a veces veo la tele-). La próxima ira bien (mejor que la nuestra), pero, sus hijos y nietos... Esos... Ya veremos.

El Dorado. Revolver.



Queridos camaradas. Gabinete Caligari.



En el frente de Gandesa.



El séptimo sello (Bergman).

jueves, 1 de enero de 2009

Juan Antonio Canta.





Noticia de su muerte, hace 12 años:

http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1996/12/24/cultura/195760.html

Cuento accidental dos.


No hay más que un problema filosófico

verdaderamente serio: el suicidio.

Albert Camus


Los ojos abiertos de par en par, total oscuridad, la mano hormigueante bajo la cabeza, (hacía rato que no la movía). Notaba sus palpitaciones en el colchón mas que dentro de su pecho. Su propio aliento le parecía frió sobre su hombro. Silencio, oscuridad y sin sentido. Las cinco, y ya no iba a dormir.

Se levantó y recalentó café. Sobre una mesa de escritorio desordenada, apiladas una gran cantidad de hojas. Hacía unos días que havía defendido con éxito su tesis frente un tribunal académico. Pero ahora ya no le importaba el birrete lila.

Apenas recuerda el penoso alumno que fue en la escuela. Una sensación extraña se apoderaba de él, como una oscura revelación.

Se sentó en el despacho y se percató que ni el despertador del lado de su camastro, ni en el reloj de su muñeca, ni en el de la pared de la habitación se podía escuchar un sencillo “tic-tac”. Todos eran digitales.

Él, que fracasaba en las cosas más esenciales de la vida (por alguna especie de complejo de inferioridad llegó a pensar), creyó que ahí podría triunfar, entre papeles. Pero ahora se sentía más fracasado que nunca. Había jugado y había perdido. Su celda era más sórdida que la de cualquier preso. Cuando uno elige su pena, le entrega su suerte al más despiadado de los verdugos –pensó-.

Y esa misma mañana la vida le entró en bancarrota (y el tiempo no da créditos). Se levantó, cogió las llaves del coche, cerró la puerta de un golpe, retumbando tras de sí el hueco piso. Tal vez hoy no, pero sí uno de estos días... Tenía que ir acostumbrándose a la idea para poder tomar esa decisión trascendente de una forma calmada y consciente. A estas alturas le era costumbre tomar caminos sin retorno.

Feliz 2009!